El DANE publicó el informe mensual sobre la tasa de desempleo correspondiente al mes de abril de 2023, dejando en evidencia que, infortunadamente, en este mes aumentó la cifra en relación con marzo de la misma anualidad, quebrándose la tendencia a la reducción en la tasa de desempleo que venía el año pasado y en años previos a pandemia.
Como coronario, también encontramos un retroceso en lo referente a la tasa de ocupación en el país, la cual se situó en un 57,7% con una disminución de 0,2 puntos porcentuales con relación a marzo del mismo año, cuando se encontraba en 57,9%. Lo que quiere decir que, el porcentaje de personas trabajando, con relación a personas en edad de trabajar, formales e informales, también se deterioró
Queda claro que las cifras del DANE no son motivo para celebrar, como lo hizo el señor presidente en Twitter cuando manifestó:
“Tenemos la tasa de ocupación laboral más alta desde 2019, es decir el porcentaje de población sobre el total que está ocupada laboralmente.”
Pues son alrededor de 196.000 personas que quedaron sin empleo y alrededor de 52 mil personas que dejaron de buscar empleo entre marzo y abril.
De modo que, aunque traten de hacer ver que hay mejora en los indicadores del mercado laboral, lo cierto es que hay un quiebre en la tendencia a la baja que se presentó en 2022 y que se venía presentando en años pre-pandemia y esto, más que ser un motivo de celebración, debería generar alertas, especialmente si, a partir del reporte para el mes de abril del DANE, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) señaló que “…la tasa de desempleo continuará deteriorándose, ante una baja dinámica en la generación de puestos de trabajo…”
No olvidemos que, después de la crisis económica causada por el Covid – 19, en 2022 se empezaron a recuperar los empleos perdidos y a mejorar los indicadores de desempleo, acercándose a los de los años anteriores al virus y, reitero, recuperando la tendencia a la baja de 2019 y años anteriores. En ese sentido, el objetivo debe ser que los indicadores sigan mejorando entre más nos alejemos de la época de la pandemia y solo volver a la tendencia presentada durante la coyuntura de 2020 y 2021, es lo suficientemente alarmante y preocupante para generar un impacto.
Ahora bien, desde el inicio del año se ha estado debatiendo el proyecto de ley reforma laboral y el impacto que esta tendría en el mercado laboral colombiano, generando alertas y mucha incertidumbre en todos los sectores de la economía y diferentes actores del mercado laboral, por el incremento excesivo de costos laborales. Así pues, es necesario preguntarse si los efectos anunciados por varios expertos en la materia, que indican la inconveniencia de una reforma de este talante en este momento, se están reflejando desde ya.
Con lo ya señalado, es indudable que para abril de 2023 hubo un detrimento en el empleo, por lo que, más que esto ser una simple crítica, es un llamado al gobierno nacional para que, en el marco del trámite legislativo del proyecto de reforma laboral, se atiendan las prioridades de nuestro mercado laboral, esto es, la generación de empleo y la disminución de la informalidad, pues, como ya se empezó a reflejar en el reporte de abril de 2023 emitido por el DANE, actualmente solo se siguen deteriorando los indicadores de trabajo.
Esperemos que las cifras de mayo no confirmen esta tendencia a la baja presentada a la fecha y que la simple expectativa de la reforma no siga castigando el empleo, la ocupación y, en general, los indicadores del mercado.